Mi rol como abuela en este Dia de Reyes 2024: Tradición familia llena de magia
En el calendario de celebraciones decembrinas familiares, el Día de Reyes, a pesar de ser luego de las festividades navideñas, considero que brilla con su propia luz. Esta antigua tradición, arraigada en nuestra cultura y la herencia, es más que una fecha en el calendario. Puedo sentirla como otra excusa para reunirme con los seres que más amo, crear recuerdos duraderos, palpar de cerca la alegria genuina de todos mis nietos y revivir mi niñez viéndolos disfrutar tanto como yo lo hacia.
Preparación de un nuevo encuentro:
La víspera del Día de Reyes, en mi caso, se convierte en el escenario perfecto para los preparativos compartir con los más pequeños. Preparar la casa para la llegada de los Reyes Magos, colocar los regalos para mis nietos con mucha ilusión y comprar todo para la preparación de galletas alemanas con ellos, todo contribuye a la magia que rodea esta tradición.
Mi rol de abuela en todo su esplendor:
En mi niñez, recuerdo todos los 6 de enero con una magia y alegria única, por esta razon, con el pasar de los años estas fechas son tan preciadas para mi y hoy en día, como tradición familiar me gusta brindarles a mis nietos las mejores de las experiencias para que coleccionen recuerdos bonitos que se asemejen a los que yo viví. Disfrutando mi rol de abuela, compartiendo risas, historias y, por supuesto, disfrutar de la preparación de galletas con ellos como ayudantes y mis hijos como espectadores, fortaleciendo lazos familiares.
El arte de elegir regalos:
La selección de regalos para los nietos se convierte para mi en un arte cuidadoso. Cada obsequio lleva consigo el deseo de transmitir valores, enseñanzas o simplemente alegría. Cada elección la percibo como un recordatorio de la importancia de pensar en los demás, celebrar la generosidad y sembrar la semilla de la tradición familiar, ya que estos momentos se convierten en la base de historias compartidas de generación en generación, creando un legado que trasciende el tiempo.
Durante esta celebración, la magia se fusiona con la tradición, y las risas de mis nietos se mezclan con las sonrisas de sus abuelos. Más que una celebración; es un vínculo que une generaciones, una promesa de amor y una invitación a seguir construyendo recuerdos que perduren toda la vida.
En cada regalo, en cada sonrisa, se escribe una nueva página en el libro de mi familia, una página llena de amor, tradición y el encanto eterno del Día de Reyes.