La hermosa Punta Cana, siempre ha sido un rincón especial que considero mi hogar. Después de vivir en lugares tan diversos, regresar a las cálidas playas y la calurosa cultura de mi país República Dominicana ha sido un cambio que ha llenado mi vida de luz y serenidad.
Soy dominicana, nacida en Higüey. Hace unos años, en diferentes periodos de mi vida, tuve la oportunidad de vivir por unos cuantos años en dos países con una cultura muy diferente, como lo son Venezuela y Alemania.
Ambos países me brindaron aprendizajes, experiencias únicas y enriquecedoras, sin embargo, elegí regresar a mi país hace un tiempo y fue la mejor decision que tomé, sin dudas. Esta joya caribeña no solo es conocida por sus playas de arena blanca y aguas cristalinas, sino también por la calidez de su gente y la paz que impregna el aire.
Punta Cana, cuna de oportunidades
Este es un lugar con oportunidades florecientes. La industria turística en constante crecimiento crea un ambiente propicio para emprendedores y profesionales. Para mis diversas facetas, ha sido una experiencia bastante positiva, por ejemplo, como agente inmobiliaria, he tenido la dicha de ser un canal para que nuevas historias y capítulos familiares sean construidos con satisfacción.
Pequeños privilegios de la vida
Después de experimentar la dinámica de otros lugares, el ritmo relajado de la vida en Punta Cana es un regalo MUY preciado. Aquí, aprender a disfrutar cada momento se convierte en una filosofía de vida, mi filosofía de vida actualmente. ¿El resultado? Una existencia más tranquila y centrada, que me ha hecho ser más sensible ante los pequeños privilegios de la vida.
La comunidad como motor
Punta Cana no es solo un destino turístico; es una comunidad con grandes contrastes. He elegido ser el cambio que deseo ver, por lo tanto, desde que llegue, siento un gran compromiso social en aportar y dejar una huella positiva en donde me encuentre. Esto se ha visto fortalecido a través de mi fundación Sueno Amazona, con el fin de ser apoyo y poder mejorar la calidad de vida de niños y mujeres de bajos recursos en la zona de Bavaro – Verón – Punta Cana.
La fórmula de una vida relajada: Naturaleza, familia y sonrisas
El ambiente tropical y la naturaleza tan exquisita que ofrece Punta Cana, es un privilegio en su máxima expresión. Desde las brisas directo del mar hasta los atardeceres, me hacen sentir que cada día es una celebración de la vida. El sol radiante y las sonrisas amigables de la gente local completan esta fórmula única para vivir de manera plena.
En resumen, volver a Punta Cana después de mis experiencias en otros lugares ha sido como regresar a un abrazo cálido y conocido. Las oportunidades, tener cerca a mi familia, la serenidad y la comunidad hacen de este lugar un hogar verdaderamente especial.
