El mes de febrero se convierte en un periodo especialmente significativo para mí, ya que marca el cumpleaños de dos personas fundamentales en mi vida: Mi padre, «Chicho» Poueriet, un hombre indomable, lleno de humor, amor y fortaleza, quien estuvo de cumpleaños el 10 de febrero y el día de hoy 17 de febrero, mi esposo, Gunther Hummel.
Como todos, tienen personalidades diferentes, y al mismo tiempo ambos han dejado huellas profundas en mi vida, impartiendo valiosas lecciones y colmándome de un amor inmenso. En este artículo, quiero expresar mi gratitud y reconocimiento hacia ellos, destacando la importancia que han tenido en mi desarrollo como ser humano.
Apoyo constante, Gunther Hummel
Mi esposo, quien es nativo de Alemania, se erige como una figura excepcional que ha estado presente en los momentos más cruciales y desafiantes de mi vida. Hemos enfrentado grandes retos juntos, respetando nuestra individualidad. Su amor incondicional, apoyo constante y comprensión han sido pilares fundamentales en nuestra relación. Gunther me ha enseñado la importancia de la paciencia, el respeto y la comunicación efectiva. Su dedicación y compromiso hacia nuestra familia son ejemplos inspiradores que me motivan a ser una persona mejor cada día.
En este día especial, deseo expresar mi profundo agradecimiento por todo lo que ha hecho por mí y por ser mi compañero de vida.
Todo un personaje, Chicho Poueriet
Por otro lado, mi padre, Chicho Poueriet, es un individuo excepcional que ha dejado una huella imborrable en mi vida. Es todo un personaje, y todo el que lo conoce, lo sabe. Su personalidad llena de humor, coraje, carácter y fortaleza ha sido una fuente constante de inspiración. A lo largo de los años, he extraído lecciones invaluables de él, como la importancia del trabajo duro, la integridad y la determinación para alcanzar metas. Su amor incondicional y apoyo constante son tesoros invaluables. Es por ello que deseo rendir homenaje a su espíritu indomable y agradecerle por ser un padre ejemplar.
El mes de febrero se convierte en un tiempo para celebrar los cumpleaños de dos hombres excepcionales en mi vida: mi esposo y mi padre, pidiéndole a Dios que me los llené de mucha salud y vida para disfrutar de ambos por muchísimos años más. Más que estar, han contribuido de manera significativa a mi crecimiento personal y emocional. A través de su amor, enseñanzas y apoyo incondicional, se han convertido en pilares fundamentales.
Mi gratitud infinita hacia ellos, por esto me tomo el tiempo para concientizar la importancia que tienen en mi vida.
¡Mucha felicidad, salud y vida son mis deseos para ambos!
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